El lazo morado se ha convertido en el símbolo más visible de la reivindicación de los derechos de la mujer y de la lucha contra la violencia de género.
El origen de asignar este color no está claro. Una de las teorías es que su origen está en el incendio que se produjo en 1911 en la fábrica textil Triangle Shirtwaist Factory de Greenwich Village en Nueva York, en él perdieron la vida 129 mujeres que trabajaban como costureras y que al parecer estaban trabajando con telas de ese color cuando se produjo la tragedia.
A raíz de este incendio se realizaron importantes cambios legislativos conducentes a mejorar las normas de seguridad y las condiciones de trabajo.
Otra teoría indica que fue el color que, inspiradas en el color de la nobleza inglesa, utilizaron las sufragistas inglesas para reivindicar el voto de la mujer.
Más actual es la teoría de que el color morado se forma con la combinación del rosa y el azul que se suelen asociar a lo femenino y masculino. La combinación de estos dos colores da un color único que representa una mezcla sin distinción de colores, como en realidad debería ser la sociedad.
El lazo de color morado no se utiliza únicamente como símbolo de apoyo a esta causa, es también utilizado como muestra de solidaridad con otras causas como la lucha contra el alzheimer o como apoyo a los enfermos de fibromialgia.